Inmunidad de rebaño: Del COVID, a la detección de fraude
La pandemia destacó la necesidad de colaboración global. El fraude, tanto local como global, es un desafío, resaltando la importancia de la cooperación en su combate.
Del COVID a la detección del fraude
La pandemia del COVID-19 impactó a todas las personas del mundo, alteró economías, paralizó países completos, y aún hoy seguimos viviendo los estragos de esta. Muchas cadenas de distribución, afectadas por las altas demandas de productos y los puertos detenidos, siguen impactando en pleno 2024.
Uno de los eventos que marcó un punto de inflexión durante la pandemia fue el lanzamiento de una vacuna contra el virus. A medida que se hizo pública la noticia de que las primeras pruebas en humanos estaban siendo efectivas, los mercados reaccionaron positivamente. Además, el ánimo de las personas comenzó a mejorar, teniendo en cuenta los meses que llevaban confinadas en sus hogares. Sin embargo, el concepto que más llamó la atención fue la llamada inmunidad de rebaño.
¿Qué es la inmunidad de rebaño?
La inmunidad de rebaño es un concepto que cobró mucha relevancia durante el COVID-19, ya que la comunidad científica afirmaba que si el 70% de la población mundial era vacunada, el virus no podría prevalecer. Cuando una gran parte de la población es inmune a una enfermedad, es más difícil que el virus se propague, protegiendo así a las personas no inmunes, como los niños pequeños, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Los esfuerzos alrededor del mundo se centraron en vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible. Los números no mentían; a medida que más gente se vacunaba y comenzaba a entender que la colaboración era clave para combatir este virus, los resultados empezaron a ser evidentes en los hospitales, con una disminución gradual de las tasas de mortalidad. Este es uno de los ejemplos más claros de cómo, cuando la sociedad se organiza para combatir un problema, los resultados son notablemente positivos.
¿De qué manera se relaciona el COVID-19 con la lucha contra el fraude en México?
Sorprendentemente, hoy en día, el fraude se percibe menos como esfuerzos aislados y más como una red trabajando en conjunto. Se han descubierto lo que llamamos granjas de dispositivos, lugares específicos donde un grupo de defraudadores utiliza cientos de teléfonos celulares para solicitar créditos con información falsa o alterada simultáneamente a las empresas. En el último año, hemos encontrado hasta 185 granjas de dispositivos. Además, hemos observado que un defraudador comete múltiples fraudes; la misma persona que ha cometido fraude en una empresa, la hemos visto involucrada en hasta otras siete empresas. Esto indica que los defraudadores se dedican a realizar fraudes a las instituciones de manera profesional.
Todo esto nos ha hecho replantear la manera en la que abordamos el fraude en México. Durante las últimas décadas, las empresas han implementado medidas de seguridad individuales, protegiéndose con sus propios sistemas a través de prueba y error. ¿Qué sucedería si las empresas comenzaran a trabajar de manera colaborativa para detener el fraude?
Este concepto no es nuevo; ya hay instituciones en México que cuentan con un buró para entender el comportamiento crediticio de las personas, lo que ha sido de gran ayuda para la industria crediticia. Imaginemos ahora un buró especializado en detección de fraude, enfocado en detener a aquellos defraudadores que no solo son expertos, sino también seriales.
La colaboración entre empresas para compartir información y detener a los defraudadores es similar a lo que se buscaba durante la pandemia del COVID-19. Al igual que en la lucha contra el virus, además de contar con la vacuna, los gobiernos del mundo siguieron promoviendo medidas preventivas de higiene. En la lucha contra el fraude, también es importante utilizar herramientas alternativas de detección, como verificar la temporalidad del correo electrónico o entender qué redes sociales tiene asociadas el usuario, sumando más variables de protección a los modelos de fraude.
El Buró de Fraude Digital es una iniciativa de Trully que busca impulsar la colaboración entre empresas para proteger al ecosistema financiero de México. Al entender que los defraudadores están colaborando, no podemos quedarnos atrás. Este buró es una red colaborativa que, mediante inteligencia artificial y biometría, es capaz de detectar a esos defraudadores seriales que están afectando a tu empresa. Con más de 10 millones de identidades digitales registradas, cada vez son más las empresas que se suman para protegerse de manera colaborativa.
Tanto en la lucha contra el COVID-19 como en la batalla contra el fraude, la colaboración y la unión de esfuerzos son esenciales. La pandemia nos enseñó la importancia de trabajar juntos hacia un objetivo común, y esta lección es igualmente aplicable en la lucha contra el fraude en México. Al compartir información y recursos, las empresas pueden fortalecer sus defensas contra los defraudadores y proteger mejor al ecosistema financiero del país. El equipo de Trully está disponible para resolver cualquier duda que tengas respecto al Buró de Fraude Digital y cómo este puede ayudar a tu empresa.